domingo, 14 de febrero de 2016

EN PAREJA, LAS GUERRAS SIN CUARTEL...

      La peleas en pareja se constituyen como las "guerras sin cuartel" en las que no existen treguas, razón, lógica, son guerras donde todos son perdedores y se manifiesta la agresión por diferentes medios y formas.

     Nadie cree, nadie acepta y cada quién defiendo su forma de ver las cosas, fincada como la verdad en la intención de no ser discutida, vulnerada a lo que en todo momento, la actitud defensiva se presenta como medio.

      La forma de traducir los impulsos es fundamental, esta  manera distorsionada de percibir la realidad que se matiza en rivalidad. La angustia, el miedo y la culpa son los elementos que componen la forma de relacionarse, aunados con el ego y soberbia como elementos individuales.

     Aunque toda relación no inició en crisis, esta es una de las consecuencias, hay un momento indivisible donde se pierde la COMUNICACIÓN, se instala la DESCONFIANZA como la humedad y en el tiempo deteriora la relación, la incertidumbre hace su nido, un espacio poderoso que no da paso al amor, mismo que se detona con la enfermedad social de la relación de pareja "hablar de mas".

     La pareja es el único terreno en donde cuando se pelea o discute, GANAR no es opción; aquello que afecta a uno, por añadidura los afecta a todos y cada uno de los que conforman la relación. De la misma manera se reparte la responsabilidad, a partes proporcionales, quizás por eso referir la frase "tanto peca el que mata a la vaca, como el que le jala la pata". Aunque en la práctica común, el dedo inquisidor de la culpa da al otro la responsabilidad absoluta de todo lo que pasa, remitiendo la comunicación a la paradoja "si el hiciera algo, podríamos estar mejor".

       Causa o consecuencia, es sano entender que la mejor manera de hacer problema es entre dos, es un hecho consumado que se requieren dos mínimo para detonar una guerra; de la misma manera, la mejor manera de hacer un cuento de hadas es entre dos, por lo que es una decisión lo que creo, un ejercicio de todos los días, continuo, cotidiano.

      Hay lo que se detienen a preguntar por el (hombre o la mujer) perfect@, en ocasiones en broma cito que esos dejaron de producirse en el 68, más reitero que es una broma, porque al final ese molde nunca ha existido, Dinsey lo fomenta con sus príncipes y princesas, más en la práctica lo encontramos imperfecto. E. Fromm nos dice que en el "enamoramiento" los seres humanos generamos un velo ante el ser amado, dejando de verlo objetivamente y resaltando tan solo sus virtudes (reales o creadas) y sosteniendo en ello la emoción. En el tiempo, la realidad elimina los velos y queda uno de frente con el humano, el real.

       

         Algunas posiciones cómicas llegan cuando la pareja destroza en sus comentarios al pasado "ser amado" y se vuelca en comentarios hirientes, desagradables, ofensivos, de descalificación, en esta circunstancia me limito a decir: "sólo te recuerdo que no te l@ sacaste en una rifa, ni te la donaron, ni fue el regalo de una feria, TU l@ seleccionaste". Esto hace pequeñas sonrisas y largos silencios. Finalmente es cierto, no necesitas lastimar al que amas o amaste, no requieres sufrir ni hacer sufrir y si el amor se ha trasformado, es sano hacer un espacio para no dañarse a sí, ni a aquellos que forman la relación (hijos - familia - nietos).

          Otro comentario común es "cambió, no era como lo conocí", la gente no cambia, sólo no viste claramente, buscaste que tu pareja resolviera o solventara tus necesidades, sin darte cuenta que a veces, la pareja seleccionada carecía de los mismos males y necesidades que el que elige quedando en una dualidad necesitada, sustentada al tiempo en las apariencias, los hijos o una emoción transformada o des enfocada.

            Es notorio que el amor se distorsiona, se des enfoca, más indudablemente si hay emoción e impulso, hay un amor NO RECONOCIDO, lo que puede resultar grotesco es que la emoción se defina como odio, porque se fortalece la frase "entre más te quiero, más me duele". Es complejo que la persona que en algún momento amé intensa y profundamente en la vida ocupe otro lugar en ella, más es posible, el adecuado manejo y el seguimiento en el tiempo hace que se pueda lograr, dejando claro que no es algo simple, más en algunos casos es necesario.

        Como último punto me permito dejar claro que en la mayoría de los casos en las relaciones, el problema no radica en tu capacidad de amar, sino para donde apuntas; al final cumplimos con requisitos y satisfacemos necesidades, más si elegimos polaridades, o personas extremadamente competitivas, o aquellos que no saben ceder, o egóticos y soberbios, la posibilidad de coincidir es limitada. Ya que la gran fortaleza de la relación es el amor, pero el continuo de acción es coincidir a través de la comunicación, la confianza y el respeto.



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