miércoles, 14 de agosto de 2013

LA CULPA NO ES DE LA ESTACA...



 
 LA IMPORTANCIA DE LA TOMA DE DECISIONES

     Cuando nos vemos en la necesidad de tomar decisiones importantes, es sano contemplar las variables que tenemos para recabar información. Por cultura, en lo moral, la gente habla de buenas y malas decisiones, pero en la realidad, en el calor de la vivencia, estos puntos de vista solo determinan la cantidad y calidad de la información de referencia, así como las variables internas y externas que son expuestas en la decisión.

     Es importante dejar claro que aún en el mejor de los contextos, con información suficiente y confiable y tomando todas las variables aplicables, solo incrementamos la probabilidad de que las cosas salgan como esperamos o no. No hay garantías.

     Me permito dejar claro, aún en la duda, que a nadie le gusta "equivocarse" y mucho menos "que le vaya mal en las cosas que hace"; no logro visualizar a nadie que sale de su casa por la mañana con la intención de "chocar su vehículo, para probar el buen servicio de los seguros y además en un acto maquiavélico tener un accidente fuerte. "grave", para poder probar de la misma manera la póliza de gastos médicos mayores que tiene pagando desde hace más de 5 años". En la realidad cotidiana todos salimos a la calle con la idea que sea un día maravilloso, especial que nos vaya bien y que regresemos a nuestro hogar ilesos, pero la probabilidad existe.

     Mi padre menciona que lo único que se necesita para morirse, es estar vivo", pudiera parecer un análisis simplista, pero real, mismo que pocas veces analizamos porque en la mayoría de los casos, vivimos "como si" nada nos pudiera pasar, como si hubiéramos firmado un contrato con la vida de inmunidad, sin observar lo vulnerable que podemos ser como seres humanos.

     Es necesario para tomar decisiones, tener claro el entorno en el que me encuentro, las variables que tienen inherencia favorable o desfavorable, los factores determinantes, así como los posibles escenarios que me encontraré en la implementación de la decisión y posterior a ella, en medida que integre los resultados, podré encontrar lo que espero, pero nada me da garantías ante el resultado.

     Invariablemente "el impulso" se presenta como una variable desfavorable en la toma de decisiones, si bien es cierto que en una situación crítica se requiere tomar decisiones; el tiempo juega un papel de impacto tanto en la calidad de la decisión, como en las consecuencias de las mismas.

     Evidentemente cuando decidir tiene intereses y/o beneficios, es determinante tener información de primera mano, no dejarse llevar por segundas fuentes, opiniones, radio pasillo y/o puntos de vista; el tomar información de segunda mano incrementa el margen de error y la posibilidad que la decisión sea errónea, evidentemente, estas decisiones de interés forman versiones, opiniones e información que no necesariamente corresponde a la realidad final.

     Por otro lado, el reto está en analizar los acuerdos, documentarlos y establecer las medidas de sanción en caso de no cumplimiento, de otra manera dejamos amplias posibilidades de error, no por bueno o malo como moralmente se puede manejar; sino porque "la ocasión hace al ladrón". Se requiere en los acuerdos dentro de la toma de decisión dejar claro que; aun firmando documentos no existe la garantía de que las cosas sucederán como lo planteado o no, por ejemplo "el matrimonio".

     Es importante no olvidar el factor TIEMPO y la caducidad de la decisión, en medida de su importancia deben conjugar estos factores, ya que cuando no son considerados los factores, las decisiones pueden ser tomadas aceleradamente (en emoción), generando insatisfacción, es sano analizar y esperar como se mueven las variables ante esperar lo que voy a decidir.


     En el caso de decisiones donde intervienen las emociones, es importante considerar que son tomadas con fundamento en el anhelo (esperanza que con respecto a la vida tiene un ser humano), la información que comúnmente se presenta es básica, general y en ocasiones poco objetiva, o refleja poco la realidad de aquello que tenemos que definir; por otro lado si está en nuestro marco de interés se generarán variables de justificación de limitaciones o creación de aquello que queremos creer.

     E. Froom en el caso del enamoramiento plantea que en esta etapa emotiva nos encontramos con un velo que nos imposibilita ser analíticos con respecto a la persona con la que sostenemos relación; en esta etapa todo es hermoso, el sapo es besado y se convierte en príncipe azul y es "reflejo de todo aquello que habíamos esperado por toda la vida", este esquema nos hace depender de esta figura en ocasiones generando desvinculación con familia, amigos y medio social.

     Es sano dejar claro que al final somos consecuencia de nuestras decisiones y responsables de todas y cada una; mas allá de las culpas y culpables que determinan un limitado esquema moral", nuestra vida se calibrará por lo que decides, no por lo que piensas, deseas o por tus intenciones; lo cual nos permite entender que al final "soy dueño de mi vida" de la misma manera que, de todo lo que pasa en ella a través de mis medios y modelos de expresión.

     "Soy lo que me han enseñado a ser", y por ende aprendí lo que me gusta o no, lo que siento o no y lo que decido en la vida, mismo que responderá a mis necesidades, a mis intereses y a la forma de ser y estar en la vida, por lo que si vivo en el impulso o la razón tiene injerencia en lo que aprendi en ese sentido.

     Al decidir lo que deseo, soy, pienso y siento; me hago responsable del destino que decido tomar en lo individual, familiar y social por lo que en mis decisiones, "la culpa no es de la estaca".

MTRO. ANTONIO ARENAS CEBALLOS
E. CASTILLO 703 ESQ SARLAT
CENTRO CP 86000
CITAS (993) 2.07.59.35
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