domingo, 11 de agosto de 2013

RESENTIMIENTO, UN EMOCIÓN ESCLAVIZANTE

     Podría referir al RESENTIMIENTO como la emoción ancla, la emoción esclava, un sentimiento en proceso de descomposición o descompuesta, una emoción que ha vencido su fecha de caducidad y genera daño en aquel ser humano que la posee.

     Los seres humanos tenemos sentimientos y considero que el AMOR es el sentimiento más grande, poderoso y profundo que un ser humano puede sentir por otro, es el eje que nos permite el crecimiento emocional.

     Al momento de relacionarnos, involucramos lo que somos, pensamos, sentimos y es la forma como lo expresamos; evidentemente al momento de iniciar la relación esta tiene su origen en la polaridad (positiva) con un anhelo emotivo siendo el sentimiento el eje de la relación.

      Evidentemente toda relación tiene sus componentes de "desgaste" y de caducidad, mismo que va impactando en el sentimiento; que en el tiempo, la incertidumbre, la limitación en la confianza, ausencia en respeto, y carente comunicación transforma la emoción paulatinamente en RESENTIMIENTO, por lo que el resentimiento es una consecuencia, una decisión... una expresión al estar. 


     En ese sentido, definiremos RESENTIMIENTO como la acción y efecto de resentirse (tener un enojo o pesar por algo). El resentimiento se refleja en diversos sentimientos y actitudes, como la hostilidad hacia algo o alguien, la ira no resuelta sobre un acontecimiento, el enfurecimiento o la incapacidad para perdonar. Es un sentimiento que se hecha a perder.

      Cuando trato de explicar resentimiento; invariablemente voy al ejemplo de un balde de agua pura, limpia; esta agua se deja a la intemperie, expuesta a las condiciones naturales del clima; le pido que imagine la idea y a la vez defina, que pasa con el agua a la semana de dejarla en el balde?. El agua en la exposición va generando una pequeña capa de lama (hongos) mismos que empiezan a transformar las propiedades del agua y conforme pasa el tiempo, cambia su olor, color y sabor; el agua se está pudriendo.

     Lo mismo pasa con la relación entre los humanos; cuando se vulnera la confianza, el respeto y la comunicación; la relación comienza a cambiar en sus propiedades, en su contacto, en su forma, en sus propiedades, cambia la forma de percibir, de ser estar, de expresar y el sentimiento, razón original de la relación de la misma manera que el agua se empieza a descomponer.

     El resentimiento suele presentarse como una emoción direccionada hacia algo o alguien, que desde nuestra apreciación nos ha fallado, nos ha lastimado, nos ha causado un daño que consideramos que no se puede reparar y que además nos consideramos no merecedores, por lo que el causante merece que le castiguemos. Emocionalmente nos sentimos afectados, por lo que no es más que un desquite, donde esperamos que la otra persona "sienta lo que me duele, en función de lo que pasa"

     Como la idea es replicar la emoción de desagrado que me hace sentir la situación y tratar de que la otra persona que considero la causante de mi "dolor" sienta de la misma manera o más, la forma en que se ejercen las manifestaciones es el castigo, mostrar hostilidad hacia el causante de nuestro dolor,  expresando la incapacidad de perdonar.
     Un punto importante establece que el resentimiento implica "algo" que está enquistado, dentro de, encapsulado, con poco manejo y maniobra, no resuelto, en ese sentido. Las posibles mejoras esperadas en un resentimiento se generarán de adentro hacia afuera y tendrán tanto efecto como preparados se encuentren aquellos que tienen relación con lo sucedido, podría decirse que en función de la profundidad o fuerza del sentimiento es el nivel del resentimiento que se espera.


     Si lo pensamos en términos de tiempo, este sentimiento podría venir de un acontecimiento sucedido hace meses o incluso muchos años. Por lo tanto el resentimiento se convierte en un peso de viaje que puede ser tan insignificante como una pluma o lapidante como un bloque de piedra, tendiendo mucho impacto en nuestras vidas.


     Es importante tomar en cuanta que podemos no ser capaces de reconocer que estamos resentidos. Puede pasar que hayamos hecho gruesa la costra y como llevemos tanto tiempo con ello, hago "como que" ya forme parte de lo “normal”. Cuando uno lleva una pesada carga durante mucho tiempo muchas veces se olvida que la lleva, se oculta el registro, la intención es evitar "sufrir", sin darnos cuenta que esto es una decisión, por lo que si no puedo hacerme responsable de mis decisiones, el problema es responsabilidad.


     Mostrarse nervioso o muy sensible ante ciertos hechos o personas, tener una actitud hostil, expresar dificultades para confiar en nuevas relaciones y sentirse menospreciado son algunos indicadores de un resentimiento, consciente o inconsciente. Desde esta aportación, lo que me permito dejar claro es que el resentimiento es como "un veneno, que alguien se toma con la idea que a otra persona le haga daño", y eso en la vida real es improbable.

     En la cotidianidad evite generar resentimientos, falsos anhelos o de comunicación; y si por desgracia ya es portador uno de ellos, no espere demasiado tiempo en dejar claro; enfrentar y alinear el ciclo de su vida, con forme pasa el "tiempo", la duda se incrementa y a es más complejo resolver las cosas porque en muchos casos ya hecho una realidad.

MTRO. ANTONIO ARENAS CEBALLOS
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